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Los animales puros e impuros según la Biblia

Los animales puros e impuros según la Biblia

Vanessa Peinado 22, jun 2016 Otros Insectos y Curiosidades 0 Comentarios

Según la Biblia todos los animales fueron creados por Dios: el quinto día creó los que nadan y los que vuelan y el sexto los terrestres. Ahora bien, a pesar de su origen divino sólo algunos de ellos, tal como se especifica en el Levítico 11 y en el Deuteronomio 14, son considerados puros y acercan, por tanto, a Dios mientras que otros son tenidos por impuros y deben evitarse. De lo animales acuáticos únicamente se consideran puros los que tienen aletas y escamas. Por lo que respecta a las aves, se da la lista de las que deben evitarse que son: las rapaces y carroñeras, aves marinas como la gaviota, el cormorán y el pelícano, zancudas como garzas y cigüeñas, la avestruz, el cuervo, la abubilla y el murciélago. Los animales terrestres, para ser considerados puros, deben cumplir dos condiciones: ser rumiantes y tener la pezuña dividida en dos. Los reptiles, que entrarían en este grupo, son todos impuros. Incluso se especifica que son animales despreciables poniéndose como ejemplo de ello a las salamanquesas, los cocodrilos, los lagartos, las lagartijas y los camaleones. Los insectos, vuelen o caminen, también son considerados impuros pero se hace una excepción con los que tienen las patas adaptadas para el salto especificando que pueden comerse langostas, grillos y saltamontes. Esta diferenciación que Dios hizo a Moisés y Aarón ya era conocida en tiempos de Noé quien, según se nos explica en el Génesis, embarcó en el Arca siete parejas de animales puros y una de los impuros de cada especie. Esta normativa se mantuvo hasta que Jesús de Nazaret declaró limpios todos los alimentos, acabando así con la distinción entre animales puros e impuros. Por ello, los cristianos ya no deben seguir los preceptos dietéticos del Antiguo Testamento. Ilustración: Detalle de El jardín de las delicias de El Bosco.