Las peleas de grillos
En China, las peleas de grillos son una práctica milenaria que continua hoy en día, aunque las apuestas están prohibidas desde agosto de 2004. Tienen lugar en los meses de verano y otoño. Los grillos seleccionados para este fin son siempre machos. Viven en pequeños recipientes de barro o en pequeñas jaulas esféricas hechas de mimbre donde son alimentados básicamente con pasta de soja, rica en proteína. Los hay de dos tipos, los chuchu y los cuocuo, llamados así por el tipo de canto y de aspecto similar al grillo de campo y al grillo doméstico. Pueden comprarse fácilmente en los mercados de animales. Suelen costar entre 2 y 50 dólares pero, en casos excepcionales, pueden llegar a costar miles de dólares. Para evidenciar el carácter agresivo del animal, del cual dependerá su precio, es habitual que el vendedor lo moleste con un palito ya que son animales tranquilos a menos que defiendan su territorio, como sucede en la fotografía. En las peleas profesionales los grillos deben ser entregados con 24 horas de antelación para evitar el dopaje. Como los boxeadores, son pesados ante un juez para asegurarse de que los combatientes pertenecen a la misma categoría. El ring consiste en una caja de pequeño tamaño con una división que se retira al inicio de la pelea. Si no se enfrentan, el árbitro puede azuzarlos y finalmente, el juez da como ganador al que ha mostrado una conducta más agresiva. Estas peleas tienen lugar en locales especializados y son seguidas en pantalla gigante. También hay un campeonato nacional en el que cada equipo puede tener hasta 35 grillos. Este pasatiempo está culturalmente arraigado no solo en China si no también en Japón, Vietnam y Tailandia. Foto: grillo assimilis con las mandíbulas abiertas amenazando a otros machos.